“Su plan fracasó, pero al final, de alguna manera, logré controlar el fuego y me encontré con Krua. Asà que estoy un poco menos resentido”.
Estaba claro que "ellos" se referÃa al duque y a la duquesa.
Su plan fracasó, pero ¿Ã©l obtuvo el control del fuego? No lo arrojaron al fuego simplemente para que pudiera controlarlo, ¿o sÃ? ¿HabÃa otro propósito?
Sus palabras no tenÃan mucho sentido.
De todas formas, no quise ahondar más en sus recuerdos. Aunque habló con calma, se trató de un incidente en el que los padres, que eran el mundo para su hijo, lo arrojaron a un pozo de fuego. Fue un abuso evidente. No habÃa necesidad de volver a mencionarlo.
Me susurró: “Descansa un poco” y me tapó los ojos con la mano, pero los abrà a la fuerza. TenÃa algo que preguntarle.
Incluso en mi estado confuso, la imagen de él sufriendo en el mar era vÃvida.
“…Pero si odiabas meterte al agua, ¿por qué estabas en la piscina…?”
Esta vez no es el mar, sino la piscina.
Diello sonrió levemente ante mi comentario adicional.
“El agua allà también debe haber estado imbuida de mi magia”.
El mar era inmenso, pero el agua de la piscina era menos que una gota en el balde en comparación con eso. Naturalmente, el agua de la piscina habrÃa estado más saturada de magia.
“Por casualidad, si tocas agua imbuida de mi magia, ¿afecta negativamente a tu cuerpo?”
-Pregunté, observándolo fijamente.
“Estoy bien, por ahora.”
…Entonces, no estaba bien antes.
Cuando por un momento me quedé sin palabras, Diello acarició suavemente el dorso de mi mano.
"Realmente."
Por un momento no pude decir nada ante sus palabras. Sus ojos brillantes mostraban que no mentÃa.
"…¿Lo que sucede?"
Cuando tocas el agua…
Diello dudó por un momento antes de responder a mi pregunta.
“Me pica.”
Entonces, fue como si hubiera sumergido su cuerpo en agua electrificada. Sus palabras me hicieron estremecer un poco.
“¿Es terriblemente doloroso?”
“Cuanto más fuerte es la magia, más duele”.
Diello finalmente dijo.
Entonces, ¿soportó ese dolor y se quedó a mi lado durante horas? PodÃa entender por qué Vielle, que habÃa apartado a Diello con cara de asombro, habÃa reaccionado de esa manera. Debió haber estado más sorprendida de que se hubiera sumergido en agua saturada con mi magia que del hecho de que hubiera abandonado sus deberes.
“¿Por qué hiciste eso?”
Debió haber estado soportando el dolor mientras estábamos juntos en la piscina. La imagen de su rostro en el mar era tan vÃvida que, antes de que me diera cuenta, mi voz sonó acusadora.
“…Debe ser porque me voy pronto, ¿verdad?”
Me iba a ir pronto, ¿asà que él querÃa hacer todo lo que yo querÃa? Las palabras que habÃa estado reprimiendo se me escaparon sin darme cuenta. No, tal vez habÃa algo más que realmente querÃa preguntar. Sin embargo, estaba luchando por evitar que mis ojos ardientes se llenaran de lágrimas.
Cuando le pregunté eso, Diello inmediatamente negó con la cabeza.
"No."
Como ese no era el motivo, traté de sentarme. Una vez más, Diello me empujó suavemente hacia la cama.
Ruido sordo.
Me cubrió con la manta mientras susurraba.
“Porque no quiero que te vayas.”
Sus ojos se encontraron con los mÃos mientras decÃa eso. Eran los mismos ojos azules intensos de siempre. Esta vez, sin embargo, no habÃa señales de que su poder se descontrolara. Lo decÃa con sinceridad.
“Quiero que te quedes aquÃ.”
Si ella hacÃa eso, él podrÃa hacer todo lo que quisiera, sin importar lo doloroso que fuera.
Por eso…
—No te vayas, Krua.
Su brazo se deslizó entre mi cuello y mi hombro mientras hablaba con voz temblorosa. La cama crujió ligeramente bajo su peso. Y en el momento en que me di cuenta del sonido, él estaba encima de mÃ.
Besuquearse.
Me besó en la frente y me miró desde muy cerca. Mi entorno se oscureció al instante. No sabÃa si mi visión se habÃa vuelto borrosa o si la luz del fuego imbuida de su poder se habÃa atenuado.
Diello era todo lo que podÃa ver.
"Ah."
Solté un suspiro breve. Estaba demasiado cerca.
—Diel...
En el momento en que abrà la boca para llamarlo por su nombre, me besó suavemente.
“….!”
Él envolvió sus brazos alrededor de mi nuca y se desplomó sobre mÃ.
Como si la cordura que lo sostenÃa se hubiera desvanecido de repente, su brazo, ahora flácido, apenas sostenÃa mi costado. Capturó suavemente mi labio superior y se hundió profundamente en mÃ. Si no fuera por la única manta con la que me habÃa cubierto, su calor realmente habrÃa envuelto todo mi cuerpo.
Asà fue como me sentÃ.
De su respiración, que buscaba frenéticamente mis labios, y de su mirada que no me abandonaba. Aun asÃ, incluso cuando se abrió paso entre mis piernas con las rodillas, no levantó ni una sola vez la única manta que me cubrÃa.
“….!”
No supe cuánto duró el beso, una mezcla de calidez y calor. Todo el aliento que tenÃa era el que él me daba, y su voz llegó a mi mente confusa.
“Quédate asÃ.”
Por favor, quédate asÃ.
“Diello, esto es…”
Me pareció oÃr el sonido de él agarrando las sábanas con fuerza cerca de mi oÃdo. Estaba más cerca, más caliente de lo habitual.
Esto no era propio de él.
No deberÃa estar cavando tan cerca. Mi cabeza daba vueltas y no podÃa saber si esto era un sueño o la realidad.
Mientras pensaba eso, Diello susurró.
"Si te sorprendes, si te parece extraño, entonces todo es un sueño, Krua".
PodÃa sentir vÃvidamente la sensación de sus labios moviéndose.
“….!”
En cuanto recuperé el aliento, me besó de nuevo. PodÃa ver sus ojos, ocultos bajo largas pestañas. Sus pupilas oscuras y oscuras me miraban profundamente. Los ojos que siempre mostraban una sonrisa amable parecÃan ligeramente distorsionados.
Me atrajo hacia sÃ, sujetándome fuertemente por el cuello y el cuerpo, como si me estuviera diciendo que no fuera a ningún otro lado.
"Si no te gusta, puedes alejarme, Krua".
Me susurró, apenas recuperando el aliento.
“Si no quieres, o incluso si estás dudando”.
Entonces, suplicó.
“Quédate asÃ.”
No pienses en nada. Déjale tu cuerpo a él. No pienses en nada complicado.
“Haz lo que quieras mientras yo tomo lo que quiero”.
Mientras decÃa eso, susurró en mi oÃdo, en voz baja.
Una extraña sensación recorrió mi cuerpo, empezando por la oreja. Antes de darme cuenta, agarré con fuerza las sábanas entre mis manos. Pero sólo por un momento. No supe cuándo encontró mi mano, pero su mano se deslizó bajo la manta y agarró suavemente la mÃa.
“Incluso si me convierto en un señor tonto que cae en las conspiraciones de la familia Alors…”
Se rió, su frente contra la mÃa después de un beso profundo.
Fue una risa turbia.
“DesearÃa que estuvieras aquÃ, Krua”.
¿Fue porque mi mente estaba nublada? ¿Fue porque me faltaba el aire? ¿O fue porque él ocupaba todo mi campo visual?
Golpe, golpe, golpe…
Mi corazón latÃa con fuerza. Cuanto más lo miraba a los ojos, más rápido y más fuerte latÃa.
…Esto no puede estar pasando.
No deberÃa enamorarme de este hombre.
"No pienses que está mal."
Él ahuecó mi mejilla.
“OlvÃdate del plan, del pensamiento racional”.
Si la sabia Krua seguÃa diciéndose a sà misma que estaba equivocada...
"Entonces…"
Diello me besó otra vez. Su mano acarició mi nuca, caliente como lava fluyendo, frÃa y seductora a la vez. Me sentà como si estuviera poseÃda por un demonio de los sueños.
“Digamos que te has enamorado del loco Diello Argenta.”
QuerÃa confundir su sabia mente.
QuerÃa convertirse en el tonto que la habÃa tentado sin cesar… que ella no tenÃa más remedio que extenderle misericordiosamente su mano.
La esquina de sus ojos se arrugó y se extendió una sonrisa juguetona.
* * *
Cuando abrà bien los ojos, me encontraba en el dormitorio de la mansión. No recordaba bien cómo habÃa regresado.
No, en camino para acá…
"Crua."
Creà oÃr mi nombre.
No, era diferente a su tono habitual.
“Ah…”
Estaba tratando de recordar algo más allá de mis sentidos.
"¿Estás despierto?"
—Ah, Vielle.
En cuanto nuestras miradas se cruzaron, una pregunta urgente me vino a la mente. Vielle respondió con claridad antes de que yo pudiera preguntar.
"El gremio de mercenarios Kin y Shadow Distribution han sido completamente restaurados. Ya no tienes que preocuparte más".
"Uf."
Mi corazón, que latÃa con fuerza sin que yo lo supiera, se calmó un poco después de escuchar la historia.
“¿Estuve acostado mucho tiempo?”
Pregunté mientras me levantaba de mi asiento.
No, intenté levantarme.
“…Ah.”
Solo habÃa movido un poco el brazo, pero un dolor muscular que me atravesaba todo el cuerpo desde todos los rincones era como si algo me golpeara los músculos de todo el cuerpo y tenÃa una sensación de escozor y tirón.
—SÃ, estuviste inconsciente todo el tiempo. Aún te costará moverte. ¿Quieres que te dé un masaje?
Vielle se sorprendió y se acercó a mà para apoyarme.
Apenas asentà con la cabeza. Exhalé porque sentà dolor, incluso durante ese breve momento en que asentÃ. Mi cuerpo estaba mucho más dolorido que el dÃa en que hice algo de ejercicio. Todo mi cuerpo estaba tan rÃgido que ni siquiera se podÃa comparar con cuando colapsé después de usar mi habilidad acuática la última vez.
“Nias dice que tu cuerpo se sorprendió porque liberaste tu poder demasiado repentina y fuertemente”.
Vielle me dijo después de dar la orden de traer aceite fragante.
“Ah…”
Como era de esperar, fue un efecto secundario que apareció después de usar mi habilidad con fuerza. Los efectos secundarios fueron diferentes para cada persona, si lo que dijo Nias era cierto.
“Entonces, ¿si solo alivio eso, el dolor muscular desaparecerá?”
Eso significaba que habÃa alguna esperanza. Vielle asintió en silencio ante mis palabras.
“SÃ, ya que fue causado por la liberación de energÃa y la acumulación, será un poco difÃcil con un masaje regular”.
"Entonces-"
Fue entonces cuando me dispuse a continuar hablando.
-Hacer clic.
"Disculpe."
Con voz cautelosa, las criadas entraron en la habitación cargando aceite aromático, toallas y otras cosas. Yo ya estaba acostumbrada a esa vista porque ya habÃa recibido masajes antes.
Sin embargo…
“…¿Qué estás haciendo allÃ?”
Detrás de las criadas habÃa alguien que definitivamente no deberÃa estar allÃ. No era otro que…
"Me han pillado."
A pesar de haber sido atrapado, Diello parecÃa de alguna manera confiado.
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